En vez de oro, corona de espinas su cabeza traspasó. Como si fuera bufón, a su cara se le escupió. Y toneladas de maldad en su espalda cargó. La multitud que le cantó Hosanna el día anterior, hoy pide su crucifixión. Y allí estaba yo. Así lo decidió el escritor; Que la creación matara al Creador. Como si los veinte poemas de amor asesinarán a Neruda con su desesperada canción. Y el príncipe solo enmudeció. "Más que dos palos cruzados son" , pensó. Y así sucedió... "Consumado es" , a voz de cuello gritó. La sangre cayó. La Tierra tembló. El velo se rasgó. "Verdaderamente, este era el Hijo de Dios" , alguien exclamó. A cautivar la cautividad, Él descendió. Y en los infiernos consolidó su cinturón. El príncipe era un campeón. El domingo se acercó. El león se levantó. Mi destino cambió. Efectivamente, más que dos palos cruzados son. Él el invierno se llevó. Y allí estaba yo, el cachorro de león... ...que creía ser pollo, rugió. La primavera llegó.