Ir al contenido principal

Más allá de lo cierto.



Yo amaba a Jesús… pero no más que mis propios sueños. En el momento que este hallazgo se volvió significativo para mí aquellas páginas se volvieron tan húmedas como las lágrimas que corrían por mis mejillas, y sus palabras tan cercanas como un atrapante susurro en mi oído: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?’

Hay un gran abismo entre reconocer que algo es cierto y que esto se vuelva tan significativo y real como un puñal clavado en el pecho. Esto me frustraba realmente, veía a la gente, pareciera como si sus deseos sí estuvieran de acuerdo a lo que quería Jesús, ¿por qué? A ratos Dios se me asemejaba al tío gordo  y mala onda que pateaba el castillo de arena que tanto me había esforzado en construir, en otras ocasiones era como el Santa Claus con falta de comprensión lectora. Le pedía el último juego para la Nintendo, y me traía dos pares de calcetines. Dios era una especie de analfabeto. Aunque por cierto, cuando uno es niño no entiende que el par de calcetines es más necesario que un juego. Sí, eso todos los saben, Camila también lo sabe. Es cierto, mas no era significativo.

¿Es Dios analfabeto?

‘Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido a mente humana son las que Dios ha preparado para los que le aman.’

No. Dios no es analfabeto, lee a la perfección los anhelos de mi corazón, comprende tan bien el texto de mis sueños que podría ser puntaje intergaláctico de mi PSU de lenguaje. Lo que sucede es algo muy sencillo: Yo no pienso como Él.

Cuando le oí llamar desde la playa, comprendí que después de tanto buscar, al final el que buscaba era Él, buscaba a alguien que le amara más que todo. Hoy me sigo preguntando porqué a algunas personas les funcionan sus deseos, cuando esto sucede pongo la mano en mi pecho, el oír mis latidos me recuerda que yo debería estar muerta. Pero él fue a buscarme. ¿Quién soy yo para decir que es lo que justo o injusto?

‘- Hija, ¿me amas más que a estos?
- Sí, Señor… tú sabes que quiero amarte.’

Entonces tomé todos mis sueños y anhelos y los eché en la maleta. Por último, me eché a mí misma, eso fue lo que más dolió, soy honesta, pero ¿cómo preferir el estiércol de mi ego a sus delicias? Por cierto, hoy solo puedo ver los pies de Jesús. Pero esta vez, sus sandalias no eran tan solo ciertas, ahora eran significativas, espero algún día ver que el castillo de arena que él derribo se transforme en un rascacielos.

Así nos fuimos de viaje, él llevaba mi maleta. Era todo lo que tenía, era todo lo que necesitaba, era más de lo que yo pensaba. Jesús era más allá de lo cierto.

Entradas populares de este blog

Identidad

Otra vez. Otra vez. Otra vez. Con puntos seguidos separo cada otra vez. Continuo, débil, frustrante. Otro día sin comenzar, otro día sin respirar esa suavidad. Mientras todos te adoran te intento alcanzar. Pero mi esfuerzo personal no logra traer de vuelta la sensibilidad. No puedo llorar. La hoja en blanco deja entre ver que alguien nuevamente se ocultó. Y este pequeño corazón se endureció. ¿Le perdí? Siento una lágrima a miles de millas de aquí. ¿Le perdí? Miro al espejo y sonrío, pues hay que salir. ¿Le perdí? El lápiz solo sirve para escribir. ¿Le perdí? La soledad encuentra su amiga en la oscuridad. ¿Le perdí? Oigo un nombre y algo me suena familiar. ¿Le perdí? Mi té caliente por la tarde ya no sabe igual. ¿Le perdí? La puesta de sol ya no me hace en mi interior recitar. ¿Le perdí? Las nubes solo indican que lloverá; no veo arte ni creatividad. ¿Le perdí? El almuerzo sola en casa se siente como cuchillos por detrás. ¿Le perdí? No siento su ca...

Track No.39 - Enamorado.

Como la distancia que hay entre Plutón y el Sol, Es el amor que experimenta Aquel que celebro tu cumpleaños antes de la Creación. Amor a la distancia; su voz te llama gimiendo de dolor. Por contarte los sueños que tú le logras inspirar. Amor a la distancia; Él te quiere acariciar. Aún sentado en el trono, Él siente la soledad. Y con cicatrices en su pecho, Él espera a que le dediques algo de tiempo. Entonces algo inquieta su corazón, Y de la desesperación, gotas de sangre son su sudor. Por ti di mi último suspiro, ¿no me quieres acompañar?, Dice esto aún rodeado de querubines que cantan a su majestad. Pues Él, desecharía todo esto con tal de oír tu voz; Esa voz que antes que el mundo fuese mundo, Él en su mente imaginó diciendo: Tú eres mi amado, mi deseo es nunca irme de tu lado. Y latigazos en su espalda, Lo expresan mejor que con palabras; Él es un loco enamorado. Que dejó un Reino lleno de esplendor, por ir en busca de tu amor. ¿Es que aún no entienden?, exclama lleno de frustració...

Lugar

¿Cuál es mi lugar? Descubrir que tu lugar no es un espacio, tampoco un territorio geográfico, ni mucho menos una posición. Mi lugar es una persona. Realmente enamorarse es encontrar una cara donde quedarse a vivir.