Otra vez. Otra vez.
Otra vez.
Con puntos seguidos
separo cada otra vez.
Continuo, débil,
frustrante.
Otro día sin
comenzar, otro día sin respirar esa suavidad.
Mientras todos te
adoran te intento alcanzar.
Pero mi esfuerzo
personal no logra traer de vuelta la sensibilidad.
No puedo llorar.
La hoja en blanco
deja entre ver que alguien nuevamente se ocultó.
Y este pequeño
corazón se endureció.
¿Le perdí? Siento
una lágrima a miles de millas de aquí.
¿Le perdí? Miro al
espejo y sonrío, pues hay que salir.
¿Le perdí? El lápiz
solo sirve para escribir.
¿Le perdí? La
soledad encuentra su amiga en la oscuridad.
¿Le perdí? Oigo un
nombre y algo me suena familiar.
¿Le perdí? Mi té
caliente por la tarde ya no sabe igual.
¿Le perdí? La puesta
de sol ya no me hace en mi interior recitar.
¿Le perdí? Las
nubes solo indican que lloverá; no veo arte ni creatividad.
¿Le perdí? El
almuerzo sola en casa se siente como cuchillos por detrás.
¿Le perdí? No
siento su caricia en mi pelo al viento tocar.
¿Le perdí? Quiero
abrir mi boca, pero no hay nadie con quien charlar.
¿Le perdí? No logro
mover mis pies de aquí.
¿Le perdí? Mi mente
ya no parece parte de mí.
¿Le perdí? Los
viajes en el metro no son lo mismo sin ti.
¿Le perdí? Siento
que vivo sin morir, y eso no es vivir.
¿Le perdí? Caí y no
me arrepentí.
¿Le perdí? He hecho
mi vida como si te hubieras ido de viaje por ahí.
¿Le perdí? Porque
nadie ve a través de mí.
¿Le perdí? Olvidé
quien soy y me mantengo así
¿Le perdí? Regresar
es una palabra no adecuada para mí.
¿Le perdí? No hay
poesía desde que me pregunto si te perdí.
¿Le perdí? Las
letras se atoran en mis venas y entonces le veo ahí; en la más oscura de las
noches, derramando de angustia gotas de sangre, el más atractivo de los hombres.
Le veo ahí quebrándose para un día vernos sonreír. Le veo ahí de su costado
saliendo agua de tanto sufrir. Le veo ahí abriendo sus brazos para morir. Le
veo ahí dando un grito de amor por mí, por ti. Le veo ahí levantándose como
león y rugir. Pero por sobre todo le veo ahí en la tumba vacía que hace
revivir. Porque Él ya no está ahí, me doy cuenta que no le perdí.
Esta soy yo.
Reflejo del más
grande vencedor.
Entonces comprendo
la verdad: Voy a regresar.
A tu lado está mi
identidad.